domingo, 8 de noviembre de 2009

Análisis - Kubuntu 9.10


Hace muy poco hemos visto de cerca al nuevo Ubuntu 9.10 Karmic Koala, con sus apreciables mejoras y sus cambios en algunas aplicaciones.Hemos decidido seguir un poco más a la familia Ubuntu, sólo que en esta ocasión le daremos un vistazo a Kubuntu. Para los que no están al tanto, la variación Kubuntu tiene como característica principal la utilización del entorno de escritorio KDE, en reemplazo de GNOME. Podrán compartir la misma base, pero no caben dudas de que Ubuntu y Kubuntu son dos sistemas operativos diferentes, tanto por su apariencia como por su selección de aplicaciones. Veamos algunos de sus detalles.

Cuando alguien suele hablar de Ubuntu, lo hace en referencia a la versión por defecto que Canonical publica a través de sus enlaces principales. Es la versión que estudiamos con detalle hace unos días atrás, y una de sus características principales es la de utilizar a GNOME como entorno principal para la interfaz de usuario. GNOME ha mejorado mucho en estos últimos tiempos, y su integración con Ubuntu ha alcanzado un nivel excelente. Sin embargo, GNOME no es el único entorno disponible en el mundo Linux. El otro jugador importante entre los entornos es KDE, que alcanzó su versión estable 4.3.2 hace poco menos de un mes. Esa es la versión con la que cuenta Kubuntu, la "variación KDE" de Ubuntu, y aunque ambas versiones mayores posean muchos puntos en común, el simple hecho de tener un entorno gráfico distinto casi las convierte en dos distros diferentes.

Las diferencias entre Ubuntu y Kubuntu pueden ser rápidamente apreciadas desde su fase de instalación. Si bien las opciones disponibles siguen siendo básicamente las mismas, Kubuntu prefiere los tonos celestes en comparación con los marrones de Ubuntu basado en GNOME. Incluso algunos de los pasos de instalación cuentan con diferencias notables. Uno de ellos es el de la selección de teclado. En Ubuntu el usuario tiene a su disposición una caja de pruebas para verificar que las teclas funcionen correctamente, pero en Kubuntu se puede observar el diagrama de la distribución de teclado escogida. Otro detalle importante para mencionar es que el administrador de particiones en Kubuntu fue significativamente más lento que su contraparte en Ubuntu. No pudimos precisar la razón de esto, ya que utilizamos una configuración idéntica para probar a ambas distros. Su instalación se mantuvo dentro de los valores que mostró Ubuntu, salvo por la parte en la que descargó algunos paquetes adicionales. Hemos tenido (muchos) problemas con la conexión a Internet en las últimas horas, y esto perjudicó al tiempo de instalación de Kubuntu.
Las diferencias entre un escritorio KDE y uno GNOME son evidentes. En Ubuntu, GNOME prefiere una barra superior, tonos marrones, y fuentes grandes (y en muchos casos en negrita) para mostrar en pantalla. En cambio, KDE se inclina por una barra inferior, tonos basados en el celeste con una fuerte presencia del gris, y fuentes pequeñas y poco intrusivas para no tomar por asalto la pantalla. Los efectos de escritorio que ofrece esta versión de KDE son muy interesantes, y cuenta con dos modos para activarlos, OpenGL y XRender. Lo ideal es utilizar a OpenGL para obtener el mayor rendimiento con los efectos activados, sin embargo es cuestión de qué tan buena es la compatibilidad con la tarjeta de vídeo lo que determinará si puedes utilizar a OpenGL para los efectos o no. De más está decirlo, el escritorio es completamente personalizable.
La instalación de software se lleva a cabo a través del sistema de paquetes KPackageKit, al contrario de Synaptic o del nuevo Centro de Software en el Ubuntu GNOME. La funcionalidad es básicamente la misma: Busca parte del nombre del paquete a instalar, verifica a través de su descripción que es lo que quieres, y confirma su instalación. Algunas aplicaciones, como es el caso de Firefox, cuentan con su propio instalador dentro de Kubuntu, pero utilizar a KPackageKit tal vez sea la opción más lógica, ya que es es administrador de paquetes por defecto en el sistema operativo. Claro que eso no quiere decir que no puedas acceder a otro gestor de paquetes. El Centro de Software no se encuentra instalado por defecto en Kubuntu, pero puede agregarse sin problemas, siempre y cuando el usuario esté dispuesto a aceptar varios paquetes relacionados con GNOME en una instalación de Ubuntu basada en KDE.

Algo similar sucede con Ubuntu One, el sistema de almacenamiento en línea que Canonical ha puesto en marcha desde hace un tiempo. En Ubuntu GNOME sólo hay que configurar la cuenta en el programa y agregar al ordenador a nuestro perfil de usuario para autorizar su acceso a la nube, pero en el caso de Kubuntu es necesario descargar el cliente. Una simple búsqueda a través de Google entregó la asistencia necesaria para determinar al nombre del paquete que representa a Ubuntu One, y como sucede con el caso del Centro de Software, muchas de sus dependencias están basadas en GNOME. Para quienes deseen instalar ambas cosas en su plataforma Kubuntu, pueden buscar los paquetes en KPackageKit, o disparar un par de apt-get para hacerlos funcionar: sudo apt-get install software-center, y sudo apt-get install ubuntuone-client-gnome.
En cuanto al resto de las aplicaciones, por un lado tenemos a Konqueror, navegador web por defecto en Kubuntu. Además de ser un navegador, Konqueror es también un administrador y un visualizador de archivos, pero la existencia de un instalador dedicado para Firefox dentro de Kubuntu habla mucho de la popularidad de Konqueror en estos días. Más allá de ese detalle, su puntuación en Acid3 fue bastante interesante. Un detalle que podemos criticarle es la falta de soporte para combinaciones de teclado como CTRL+Intro o Alt+D. La gran mayoría de los navegadores ha adoptado a esta combinación de teclas. Sería interesante que Konqueror implemente este soporte en el futuro, ya que muchos accesos de teclado se han convertido en estándar, y todos en el mercado los aceptan.

Luego le dimos un vistazo a Kopete, el mensajero en línea de Kubuntu. En el Ubuntu basado en GNOME hemos visto que Pidgin fue reemplazado por Empathy, pero Kopete se mantiene firme aquí. Configurar una cuenta fue muy sencillo, y a los pocos segundos ya nos encontrábamos conectados al servicio del Live Messenger sin inconvenientes. Puede que su conexión sea un poco más lenta en comparación con Empathy, pero eso no cambia el hecho de que funciona, y funciona bien. Finalmente, nos encontramos con el paquete OpenOffice. Esperábamos ver a ejemplos como KWord y KSpread aquí, pero todo el paquete KOffice se distribuye de forma separada a KDE. Por esta razón no sorprende el que encontremos a OpenOffice como paquete de oficina principal en Kubuntu, sin embargo, cualquier usuario que lo desee puede descargar KOffice a través de los repositorios (aunque no se trata de una versión actualizada).
En resumen, Kubuntu se presenta más como una cuestión de gustos que como una alternativa superior. Ambos entornos gráficos han alcanzado un elevado estado de desarrollo, aunque esto es especialmente positivo para KDE, ya que sus versiones anteriores habían recibido muchas críticas. Algunas de las funciones que fueron promocionadas en Ubuntu no están disponibles por defecto en Kubuntu, pero pueden instalarse posteriormente, y si bien las pantallas de inicio no tuvieron cambios en Kubuntu (sigue habiendo una barra de progreso) la reducción en su tiempo de arranque también es notable. KDE tiene grandes planes por delante, y con una base como Ubuntu es muy probable que pueda llegar a buen puerto. Si prefieres a KDE sobre GNOME, entonces es probable que ya tengas una copia de Kubuntu en tu ordenador.

Fuente: http://www.neoteo.com/analisis-kubuntu-9-10.neo

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